Hay muchas y variadas razones para acudir al psicólogo, a psicoterapia o a recibir asesoramiento psicológico, algunos motivos pueden ser éstos:
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Sientes que todo está bien, pero quieres mejorar y crecer en alguna faceta de tu vida.
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Cuando existe “dolor/malestar emocional”, en forma de emociones intensas como: depresión, miedo, ansiedad, ira, desesperanza…
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Cuando existe “descontrol y/o bloqueo emocional”, en forma de emociones intensas como: pánico, culpabilidad, agresividad, obsesiones; cuando una situación te contraría, sales huyendo sin ser capaz de resolverla; no sabes qué decisión tomar y te sientes bloqueado ante una decisión…
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Cuando se ve afectada tu relación con las personas de tu entorno: pareja, familia u otras personas de tu entorno. Puede manifestarse de muchas formas: problemas o dificultades sexuales, problemas de comunicación, piensas que todo el mundo está en tu contra….
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Cuando se ve afectada una o varias áreas de tu vida: relación con pareja/familia, diversiones, trabajo, descanso, alimentación, proyectos, calidad de vida, salud…
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Cuando una persona significativa en tu vida (familiar, amigo) se ve afectada por el problema y/o apunta la necesidad de buscar una solución conjuntamente. Por ejemplo, problemas sexuales.
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Cuando otros especialistas (médicos, abogados…) nos aconsejan la necesidad de buscar tratamiento psicológico.
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Cuando después de seguir un tratamiento psicofarmacológico, los resultados no son todo lo satisfactorios que deseas.
Con sólo una de estas razones puedes decidir acudir al psicólogo. No hace falta tener una situación extrema para acudir a la consulta de un psicólogo.
El cambio de las situaciones que nos generan malestar es posible, ¿comenzamos?