Personas
Áreas de intervención
El área fundamental de intervención en la que me he especializado eres TÚ. Tú que buscas mejorar algún aspecto de tu vida que no funciona como deseas, tú que buscas mejorar en alguna faceta de tu persona, tú que buscas aprender nuevos modos de mostrarte al mundo y ante él, tú que deseas un cambio en tu vida y no sabes por dónde empezar, tú que buscas ser más feliz y el malestar que sientes no te deja avanzar.
A través de la psicoterapia, del coaching, del asesoramiento psicológico o de los cursos y talleres de formación, entenderás mejor lo que te ocurre, te conocerás y comprenderás mejor y ese conocimiento y comprensión serán las puertas de la libertad para comenzar a ser hoy más feliz eligiendo por dónde y cómo deseas seguir tu camino sin que el malestar emocional lo invada todo.
Ese malestar puedes sentirlo de muy diversas formas: nerviosismo, desesperanza, tristeza, problemas de control con la comida, problemas en tus relaciones sexuales, problemas en tus relaciones con las personas que te rodean… a veces puede que uno sólo de estos problemas sea el que predomine tu vida o puede ser que varios de ellos te estén afectando.
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Juntos reactivaremos tus recursos y estos estados de ánimo dejarán de dominar tu vida.
Depresión
Te sientes triste y desganado, experimentando un malestar interior que dificulta tus interacciones con el entorno. La depresión es un estado de abatimiento e infelicidad que casi todos experimentamos en algún momento de nuestra vida.
Por su naturaleza es difícil diferenciar la depresión de los sentimientos normales de tristeza y duelo. En algunos casos se confunde con un estado de ansiedad.
Puede afectar a personas de todas las edades y es causa de muchos suicidios cada año. La depresión provoca deterioro en el trabajo, en tu tiempo de ocio, en tus relaciones, en tu capacidad para desempeñar roles sociales y en la salud en general.
Ansiedad
Estado angustioso que no permite la relajación ni el descanso ante el temor de un peligro real o imaginario. Incluye aprensión, tensión, desasosiego, palpitaciones, sudoración y molestias digestivas y/o urinarias. Los trastornos del estado de ánimo constituyen los problemas psicológicos de mayor frecuencia.
La ansiedad, igual que el miedo, tiene una función muy importante relacionada con la supervivencia. Es una emoción común, pero incapacitante cuando dejamos que nos invada y se convierte en trastorno de ansiedad.
Cuando te sientes intranquilo/a, nervioso/a o preocupado/a y no consigues relajarte ni descansar, la ansiedad está predominando tu vida.
Fobias
Temor intenso, acusado, y persistente que es excesivo e irracional, desencadenado por la presencia o anticipación de la presencia de un objeto o situación que no se corresponde con la realidad. El miedo que se siente es tan intenso que llega a generar parálisis en la acción. A veces pueden llegar a producirse ataques de pánico relacionados con nuestros miedos.
Las fobias son muy frecuentes, aproximadamente una de cada veinte personas padece una fobia de uno u otro tipo.
Una persona fóbica siente un miedo exagerado y sin sustento real ante determinadas situaciones u objetos y esto puede incluso provocarle malestar físico, traducido en temblores incontrolables, mareos, sudoración excesiva, palpitaciones, etc.
Somatizaciones
Sientes de forma persistente síntomas físicos que no tienen origen médico físico reconocible. Esos síntomas no son simulados, el sufrimiento es real.
Lo más preocupante, es que las personas que padecen este malestar habitualmente son diagnosticadas y tratadas como trastornos difusos sometiéndose a tratamientos orgánicos y sus consiguientes riesgos, olvidando totalmente el papel de la psicología en su aparición. Por todo ello, las somatizaciones tienden a cronificarse y genera un abuso o dependencia a determinados fármacos, como sedantes o analgésicos, que agravan el problema.
Por somatización entendemos cualquier síntoma corporal que surge o se incrementa en respuesta a factores psicológicos o situacionales. Muchas veces va de la mano con el estrés.
Ejemplos de reacciones psicosomáticas son los síntomas gastrointestinales (vómitos, dolor abdominal, náuseas, flatulencias o gases, hinchazón, diarrea, intolerancias alimentarias…), pseudoneurológicos (amnesia, dificultad al tragar, pérdida de voz, sordera, visión borrosa, desfallecimiento, debilidad muscular…), síntomas dolorosos (cefaleas, dolor articular…), aparato reproductor (dispareunia, dismenorrea, ciclos menstruales irregulares, hipermenorrea…), cardiopulmonares (dificultad respiratoria en reposo, palpitaciones, mareo…), síndromes (alergias alimentarias y de otra índole, síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, sensibilidad medicamentosa múltiple…).
Estrés
El estrés es el proceso mediante el cual percibimos y respondemos a ciertos acontecimientos, denominados factores estresantes, que evaluamos como amenazantes o que constituyen un desafío.
Los acontecimientos de la vida cotidiana pueden ser debilitadores o no. Todo depende de cómo los evaluemos y de si somos capaces de amortiguar esos factores estresantes gracias a una predisposición resistente al estrés, a unos hábitos saludables y a un apoyo social duradero.
El grado de estrés que sintamos depende de nuestra evaluación de los acontecimientos que vivimos. Una persona puede afrontar un nuevo trabajo como un desafío estimulante, mientras que otra puede evaluarlo como un riesgo de fracaso.
Terapia sexual
Las personas acuden a terapia sexual cuando existe una disfunción sexual, esto es, malestar relacionado con la sexualidad, o el deseo de mejorar algún aspecto de la misma. Para muchas mujeres, la incapacidad de conseguir una excitación plena y la imposibilidad de alcanzar el orgasmo son las principales fuentes de frustración personal y de conflicto en sus relaciones. Se puede tratar individualmente o en pareja.
El objetivo es restablecer el bienestar y satisfacción sexual y/o aumentar el conocimiento sobre temas relacionados con la sexualidad.
El malestar puede provenir de multitud de disfunciones sexuales que pueden tratarse y resolverse: eyaculación precoz, impotencia, inhibición de la eyaculación, vaginismo, anorgasmia, dispareunia, parafilias…
Terapia de pareja
Hablamos de terapia de pareja cuando los problemas en el seno familiar conciernen única o fundamentalmente a la pareja o el matrimonio. Pueden ser problemas de comunicación, de convivencia, de intimidad, conflictos, crisis, celos, separación, divorcio, problemas sexuales…
Las parejas felices no son más listas, más ricas o más inteligentes psicológicamente que otras, pero en sus vidas sí han adquirido una dinámica que impide que sus sentimientos y pensamientos negativos sobre su pareja ahoguen los positivos. Son parejas emocionalmente inteligentes, es decir, saben comprender y respetar al compañero y a la relación.
Terapia familiar
A veces la familia (un grupo de personas vinculadas por un parentesco) se encuentra inmersa en conflictos o situaciones que no consiguen resolver por sí mismas. Problemas de comunicación, celos, competencia entre hermanos, exclusión, agresión, maltrato, violencia, presencia de una enfermedad seria…
Hablamos de terapia familiar cuando dos o más miembros de una familia acuden juntas a terapia para resolver esos conflictos, de esta forma atendemos al contexto en el que se desarrolla el síntoma (conflicto) y podemos abordarlo de forma más global y eficaz.
Crisis
No consigues retomar tu actividad habitual tras haber experimentado o presenciado un episodio traumático o doloroso caracterizado por una muerte o amenaza de tu integridad física o la de los demás, como una violación, abuso sexual, la muerte de un ser querido, un naufragio, un atraco, sobrevivir a una catástrofe, perder a alguien en una catástrofe, un accidente, un aborto, un divorcio, la pérdida del trabajo, etc.
El abordaje de situaciones complejas y delicadas como maltrato, abuso infantil, violencia de género, haber vivido una catástrofe o situación límite, el impacto de una enfermedad terminal… son situaciones altamente paralizantes y no debe dejarse olvidado su tratamiento. Deben afrontarse para poder seguir adelante.
Un acontecimiento vital estresante, lo es, en función de cada persona y de cómo viva la persona esa situación, siempre conlleva un cambio personal significativo.
Coaching personal
La persona se siente bien en general pero quiere hacer hincapié en algún área de su vida y puede realizarse con múltiples y diferentes objetivos ya sea profundizar en algún aspecto, mejorar alguna faceta, potenciar o reforzar un tratamiento anterior o simplemente conocerse más a uno mismo. En definitiva se trata de “tonificar nuestra mente” igual que tonificamos el cuerpo en el gimnasio sin necesidad de buscar un cuerpo escultural, sino simplemente satisfacer la necesidad de mantener en forma nuestro cuerpo.
El desarrollo personal no se limita a la ejecución de una serie de pasos o ejercicios orientados a la consecución de una meta, es un proceso en el que interviene la totalidad de la persona; las actitudes, los pensamientos y los sentimientos participan en igual medida que el cuerpo.
Problemas para dormir
Afectación del desarrollo habitual del ciclo sueño-vigilia. La idea de que todos necesitamos dormir 8 horas es falsa. Hay muchas diferencias en función de la edad y diferencias genéticas; los bebés duermen dos tercios del día y la mayoría de los adultos no más de un tercio.
Las personas adultas que duermen menos de 7 horas suelen presentar síntomas de falta de sueño: sistema inmunológico debilitado, menor capacidad para emitir juicios, irritabilidad y tendencia a sufrir más accidentes.
Los trastornos más habituales del sueño son: insomnio, narcolepsia, apnea del sueño y los terrores nocturnos.
Malestar en tus relaciones
El malestar en tus relaciones es un malestar psicológico caracterizado por modelos de comportamiento inflexibles y duraderos que dificultan el funcionamiento social.
Las relaciones interpersonales se ven alteradas por las características personales de la persona, de forma que esta no es capaz de adaptarse a las diferentes situaciones de su vida cotidiana.
Si quieres entrenar tus habilidades sociales porque te gustaría relacionarte de forma más fluida o contener tu carácter o relacionarte de una forma más positiva, todo eso lo podemos trabajar juntos.
Problemas con la alimentación
Estás tan preocupado por el peso y la comida que no te puedes centrar en otra cosa. Los ideales del cuerpo varían a través del tiempo y las culturas, incluso nuestras preferencias por determinados sabores son culturalmente aprendidas.
Debemos cuidar la relación entre nuestras emociones y los conflictos con la comida. Las dificultades con la alimentación, generalmente, son una manera de expresar sentimientos que no pueden ser dichos, así como emociones que no pueden ser reconocidas o afectos que desde nuestro inconsciente intentan manifestarse. Desamor, abandono, culpa, rabia, celos, rivalidad, angustia o tristeza son algunos de los sentimientos que pueden estar intentando expresarse a través de los conflictos con la alimentación. Las dificultades con la comida hablan de nuestro mundo emocional. Son síntomas que nos avisan de la existencia de conflictos internos y ponen de manifiesto dificultades con la expresión de lo que sentimos.
Adicciones
Una adicción es una enfermedad física y emocional. Está formada por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos del adicto y estos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado y para comprometerse en la actividad deseada. Traen consigo graves consecuencias al adicto que afectan a su vida social y su salud (física y mental) así como limita la capacidad de funcionar de manera efectiva.
La persona ve dominada su voluntad por un hábito, es decir, ha desarrollado dependencia a una sustancia, una actividad o una relación por la satisfacción que ésta le causa. Normalmente las personas no se convierten en adictas cuando toman drogas por prescripción médica. Las personas a las que se les administra morfina para controlar el dolor raramente desarrollan las necesidades de los adictos que utilizan la morfina como una forma de evasión.
Desarrollo personal
Solicita este servicio, si te sientes bien en general pero quieres hacer hincapié en algún área de tu vida. Esto puede realizarse con múltiples y diferentes objetivos ya sea profundizar en algún aspecto, mejorar alguna faceta, potenciar o reforzar un tratamiento anterior o simplemente conocerse más a uno mismo. En definitiva se trata de “tonificar nuestra mente” igual que tonificamos el cuerpo en el gimnasio sin necesidad de buscar un cuerpo escultural, sino simplemente satisfacer la necesidad de mantener en forma nuestro cuerpo.
Malestar emocional
A través de la psicoterapia entenderás mejor lo que te ocurre, te conocerás y comprenderás mejor y ese conocimiento y comprensión serán las puertas de la libertad. Te sentirás libre de comenzar a ser hoy más feliz eligiendo por dónde y cómo deseas seguir tu camino sin que el malestar emocional lo invada todo.
Ese malestar puedes sentirlo de muy diversas formas: nerviosismo, desesperanza, tristeza, problemas de control con la comida, problemas en tus relaciones sexuales, problemas en tus relaciones con las personas que te rodean… a veces puede que uno sólo de estos problemas sea el que predomine tu vida o puede ser que varios de ellos te estén afectando.
Puedes acudir a terapia para tratar diferentes problemas de la vida diaria que te incapacitan para desarrollar emociones y pensamientos positivos, problemas que interfieren en tus habilidades sociales y autoestima.
Preguntas Frecuentes
Si tus dudas no están resueltas en este apartado, contacta conmigo.
Sí, rotundamente sí. No somos iguales que hace unos años, hemos cambiado de opinión sobre muchas cuestiones al pasar el tiempo, hemos llegado a apreciar a alguien que al principio no nos caía bien. Vamos aprendiendo y desaprendiendo, olvidando cosas.
Pueden cambiar las creencias, los gustos, el físico, los sentimientos, la forma de actuar etc. Pueden cambiar incluso espontáneamente. Si dirigimos ese cambio, será más rápido y en la dirección deseada.
Trabajando juntos (tú y yo) vamos a intentar modificar sólo aquella parte de nosotros que nos hace daño. El cambio terapéutico supone un aprendizaje de nuevas conductas más sanas y útiles para manejar ciertas situaciones que te resultan difíciles. Tu personalidad permanecerá, sólo habrá que cambiar lo que te perturbe: determinados pensamientos irreales o distorsionados, respuestas fisiológicas de tensión exagerada o actuaciones poco eficaces.
La diferencia fundamental es que el psiquiatra es médico y el psicólogo no lo es, aunque ambos tratan problemas emocionales.
El hecho de que psicólogos y psiquiatras se formen en disciplinas científicas diferentes (el psicólogo en Psicología y el psiquiatra en Medicina) conlleva otras diferencias. La más destacable quizá es que el psiquiatra introduce el uso de fármacos en el tratamiento terapéutico y el psicólogo no.
No obstante, cuando el estado de un paciente aconseja la combinación de las terapias psicológicas tradicionales con la administración de psicofármacos, psicólogos y psiquiatras trabajamos en equipo.
Su aplicación es ideal tanto para tu ámbito personal como laboral, todo depende del foco en el que desees centrarte:
– Motivación del personal
– Delegar
– Resolución de problemas
– Relaciones interpersonales
– Refuerzo del equipo
– Valoraciones y evaluaciones
– Rendimiento
– Planificación y revisión
– Desarrollo del personal
– Desarrollo personal
– Trabajo en equipo
Es una pregunta realmente difícil de contestar con exactitud, porque el éxito y la velocidad de la terapia dependen de una gran cantidad de factores, características del propio problema, circunstancias de tu vida, cambios ambientales, posibilidad de ayuda de la familia, y otras más, pero sobre todo depende de ti, de tu motivación, del tiempo y del esfuerzo que dediques a trabajar por la terapia. Recuerda: mejorar es reaprender, y reaprender implica práctica. Más y mejor trabajo conducen a un éxito más rápido.
No obstante, y quizá es eso lo que deseas saber, te puedo dar una orientación sobre la duración de las psicoterapias: entre cuatro meses y año y medio con una regularidad de una sesión semanal o una sesión cada 15 días (depende del caso). Los tiempos son muy variables, hay terapias de tan sólo un mes de duración, y otras que duran más de un año. Las investigaciones sobre los resultados obtenidos en psicoterapia indican que las terapias más efectivas a largo plazo son aquellas en las que se trabaja más de año y medio.
Cuando trabajo en psicoterapia y coaching, la media de sesiones que suelo emplear con mis clientes para alcanzar sus objetivos es de entre 15 a 20 sesiones. En el grupo de psicodrama la duración es de un año académico, de octubre a junio. En asesoramiento y desarrollo de recursos humanos el número de sesiones empleado es muy diferente y no puedo hablarte de medias, porque depende sobre todo de los objetivos a trabajar.
La gran mayoría de ellos sí. Solamente en casos extremos y muy graves el problema puede convertirse en crónico. En tal caso, trabajaremos para que esa situación te cause el menor malestar posible y puedas llevar una vida acorde con tus metas y objetivos. Siempre se pueden trabajar diferentes aspectos para aumentar tu bienestar.
Ahora bien, el que una persona supere un desajuste emocional depende por encima de todo de su participación activa en la terapia. Los psicólogos somos conscientes de que cuando una persona reconoce que tiene un problema emocional y está dispuesto a ponerle remedio, la parte más difícil de la terapia ya está hecha.
Son muchos los mitos que existen entorno a la idea de acudir a psicoterapia.
El trabajo de un psicólogo conlleva trabajar con un amplio abanico de conductas humanas, desde los diferentes trastornos que pueden llenarnos de malestar, la intervención individual, en conflictos de pareja, en el trabajo, en el ámbito familiar, la mediación familiar ante el divorcio u otros conflictos, la enseñanza de habilidades sociales, la orientación y apoyo a niños con problemas de aprendizaje o de altas capacidades, así como en los diferentes aspectos de la conducta. En definitiva, los psicólogos somos profesionales que dotamos a las personas de recursos para enfrentarse al día a día.
Es necesario aclarar que la división entre “locos” y “cuerdos” es original de la psiquiatría clásica; sin embargo, son términos obsoletos, aunque aún permanecen anclados en la conciencia colectiva de nuestra sociedad. De igual manera, los conceptos de “normalidad” o “enfermedad” tampoco son adecuados, ya que, en el campo de la Psicología, no existe una definición de “normalidad” definitiva y universalmente aceptada.
Actualmente los psicólogos hablamos en términos de “salud mental”, más que de “enfermedad mental” o locura. Es decir, es necesario ir al psicólogo cuando se tienen emociones que se sienten como negativas o conflictos emocionales que generan malestar emocional.
El objetivo es recuperar el equilibrio y el bienestar emocional. En definitiva, desarrollar nuestras potencialidades.
El trabajar en grupo ayuda a entendernos y conocernos mejor, hace la actividad más agradable y gratificante y consigue cambios de forma más rápida.
En los cursos y talleres se aprende, se practica, se refuerzan habilidades que de otra forma es muy complicado poner en práctica. Lo hacemos en un entorno controlado y seguro antes de llevarlas a cabo en la vida diaria. En el grupo nos conocemos, nos complementamos, nos contrastamos y a través del grupo cada miembro se potencia y la acción conjunta se proyecta y multiplica.
En los cursos y talleres puedes involucrarte en la medida en que tú lo desees, sólo te implicas en la medida en que quieras implicarte, pero debes tener claro que en un grupo siempre quien más pone, más se lleva.
Personalmente, disfruto impartiendo talleres porque con cada grupo me llevo un trocito de cada persona.
Primer encuentro de 30 minutos gratuito
Soy consciente de que a veces dar el primer paso de acudir a consulta se hace difícil, por eso te doy la posibilidad de tener un
primer encuentro para conocernos y que conseguir tus objetivos se haga desde el primer momento más llevadero.